Soberana Orden Militar Española de los
Caballeros Templarios
Santa María Magdalena
Santa María Magdalena, Patrona de Arahal..jpg
Imagen Vicaria de Santa María Magdalena, patrona de Arahal (Sevilla).
Santa
Nacimiento
Magdala (Judea)
Fallecimiento
siglo I
Éfeso ?
Venerada en
Todas las iglesias que reconocen el culto a los santos
Principal santuario
Basílica de Saint-Maximin-la-Sainte-Baume
Festividad
22 de julio
Atributos
Pelo
largo,
cráneo,
vaso
de
perfume
y
abrazo
a
los
pies
de
Cristo
crucificado
Patronazgo
peluqueros, Viana Anguiano y Arahal
María
Magdalena
(en
hebreo:
מרים
המגדלית;
en
griego
antiguo:
Μαρία
ἡ
Μαγδαληνή)
es
mencionada,
tanto
en
el
Nuevo
Testamento
canónico
como
en
varios
evangelios
apócrifos,
como
una
distinguida
discípula
de
Jesús
de
Nazaret.
Su
nombre
hace
referencia
a
su
lugar
de
procedencia:
Magdala,
localidad
situada
en
la
costa
occidental
del
lago
de
Tiberíades
y
aldea
cercana
a
Cafarnaúm.
Es
considerada
santa
por
la
Iglesia
católica,
la
Iglesia
ortodoxa
y
la
Comunión
anglicana,
que
celebran
su
festividad
el
22
de
julio.
Reviste
una
especial
importancia
para
las
corrientes
gnósticas
del
cristianismo.
En
1988,
el
papa
Juan
Pablo
II
en
la
carta
Mulieris
Dignitatem
se
refirió
a
ella
como
la
"apóstol
de
los
apóstoles",
y
el
10
de
junio
de
2016,
la
Congregación
para
el
Culto
Divino
y
la
Disciplina
de
los
Sacramentos
publicó
un
decreto
por
el
cual
se
eleva
la
memoria
de
santa
María
Magdalena
al
grado
de
fiesta
en
el
Calendario
romano
general,1
por
expreso
deseo
del papa Francisco.23
María Magdalena en el Nuevo Testamento
Santa María Magdalena, (Villamuelas, Toledo, España).
La
información
sobre
María
Magdalena
en
los
evangelios
canónicos
es
escasa.
Es
citada
en
relación
con
cinco hechos diferentes:
De
acuerdo
con
el
Evangelio
de
Lucas,4
María
Magdalena
alojó
y
proveyó
materialmente
a
Jesús
y
sus
discípulos
durante
su
predicación
en
Galilea.
Se
añade
que
anteriormente
había
sido
curada
por
Jesús:
«Le
acompañaban
los
doce
y
algunas
mujeres
que
habían
sido
curadas
de
enfermedades
y
espíritus
malignos:
María, llamada Magdalena, de la cual habían salido siete demonios Lucas 8:1-2.
De
acuerdo
con
los
Evangelios
de
Marcos,5
Mateo6
y
Juan,7
estuvo
presente
durante
la
crucifixión
de
Jesús.
Estuvo
presente
en
la
sepultura
y
vio
donde
Jesús
era
puesto,
según
Mateo
27:61
y
Marcos
15:47.
Se
la
menciona junto a María la madre de Jacobo el menor.
En
compañía
de
otras
mujeres,
fue
la
primera
testigo
de
la
resurrección,
según
una
tradición
en
la
que
concuerdan los cuatro evangelios.891011 Después comunicó la noticia a Pedro y a los demás apóstoles.
Según
un
relato
que
sólo
aparece
en
el
Evangelio
de
Juan,
fue
testigo
de
una
aparición
de
Jesús
resucitado.12
Identificación con otros personajes
Los
citados
son
los
únicos
pasajes
de
los
evangelios
canónicos
en
los
que
se
nombra
a
María
de
Magdala.
La
tradición
católica,
sin
embargo,
ha
identificado
con
María
Magdalena
a
otros
personajes
citados
en
el
Nuevo Testamento:
La
mujer
adúltera
a
la
que
Jesús
salva
de
la
lapidación,
en
un
episodio
que
sólo
relata
el
Evangelio
de
Juan13
La
mujer
que
unge
con
perfumes
los
pies
de
Jesús
y
los
enjuga
con
sus
cabellos
antes
de
su
llegada
a
Jerusalén
según
los
evangelios
sinópticos,141516
cuyo
nombre
no
se
menciona.
La
unción
tuvo
lugar
durante el ministerio en Galilea.
María
de
Betania,
hermana
de
Lázaro,
a
la
que
se
atribuye
en
el
Evangelio
de
Juan
la
iniciativa
antes
mencionada,17
y
que
aparece
en
otros
conocidos
pasajes
del
cuarto
evangelio,
como
la
resurrección
de
Lázaro.18 Se identifica también con la María del episodio de la disputa entre Marta y María.19
La
identidad
de
María
Magdalena
como
María
de
Betania
y
«la
mujer
quien
fue
una
pecadora»
fue
establecida
en
la
homilía
33
que
el
papa
Gregorio
I
dio
en
el
año
591,
en
el
cual
dijo:
«Ella,
la
cual
Lucas
llama
la
mujer
pecadora,
la
cual
Juan
llama
María
[de
Betania],
nosotros
creemosNota
1
que
es
María,
de
quien siete demonios fueron expulsados, según Marcos».20
Difundida
por
los
teólogos
de
los
siglos
III
y
IV,
esta
teoría
gozó
de
mucha
popularidad
en
el
siglo
XIX
y
constituyó un tema frecuente en la iconografía cristiana occidental.
María Magdalena en los evangelios apócrifos
Así vio Tiziano la aparición de Jesús resucitado a María Magdalena, según Juan 20:11-18.
El
Evangelio
de
Pedro
sólo
menciona
a
María
Magdalena
en
su
papel
de
testigo
de
la
resurrección
de
Jesús:
A
la
mañana
del
domingo,
María
la
de
Magdala,
discípula
del
Señor
-atemorizada
a
causa
de
los
judíos,
pues
estaban
rabiosos
de
ira,
no
había
hecho
en
el
sepulcro
del
Señor
lo
que
solían
hacer
las
mujeres
por
sus muertos queridos-, tomó a sus amigas consigo y vino al sepulcro en que había sido depositado.
Evangelio de Pedro, v.50. Santos Otero, de (1956, pp. 385-386)
En
al
menos
dos
de
los
textos
gnósticos
coptos
encontrados
en
Nag
Hammadi,
el
evangelio
de
Tomás
y
el
Evangelio
de
Felipe,
María
Magdalena
aparece
mencionada
como
discípula
cercana
de
Jesús,
en
una
relación
tan
cercana
como
la
de
los
apóstoles.
En
el
Evangelio
de
Tomás
hay
dos
menciones
de
Mariham
(logia
21
y
114),
que,
según
los
estudiosos,
hacen
referencia
a
María
Magdalena.
La
segunda
mención
forma parte de un pasaje enigmático que ha sido objeto de muy variadas interpretaciones:
Sta. María Magdalena de Malambo
Simón
Pedro
les
dijo:
«¡Que
se
aleje
Mariham
de
nosotros!,
pues
las
mujeres
no
son
dignas
de
la
vida».
Dijo
Jesús:
«Mira,
yo
me
encargaré
de
hacerla
macho,
de
manera
que
también
ella
se
convierta
en
un
espíritu
viviente,
idéntico
a
vosotros
los
hombres:
pues
toda
mujer
que
se
haga
varón,
entrará
en
el
reino
del cielo»..21
En el Evangelio de Felipe (log. 32) es considerada la compañera (κοινωνος) de Jesús:
Tres
(eran
las
que)
caminaban
continuamente
con
el
Señor:
su
madre
María,
la
hermana
de
ésta
y
Magdalena,
a
quien
se
designa
como
su
compañera
[κοινωνος].
María
es,
en
efecto,
su
hermana,
su
madre
y su compañera..22
No
todos
los
estudiosos,
sin
embargo,
están
de
acuerdo
en
que
los
evangelios
de
Tomás
y
de
Felipe
se
refieran
a
María
Magdalena.
Para
Stephen
J.
Shoemaker
se
trataría
más
bien
de
una
referencia
a
la
madre
de Jesús.
Por
último,
otra
importante
referencia
al
personaje
se
encuentra
en
el
Evangelio
de
María
Magdalena,
texto
del
que
se
conservan
sólo
dos
fragmentos
griegos
del
siglo
III
y
otro,
más
extenso,
en
copto,
del
siglo
V.
En
el
texto,
tres
apóstoles
discuten
acerca
del
testimonio
de
María
Magdalena
sobre
Jesús.
Andrés
y
Pedro
desconfían de su testimonio, y es Leví (el apóstol Mateo) quien defiende a María.
Leyendas posteriores
María Magdalena en un icono de la Iglesia ortodoxa.
Según
la
tradición
ortodoxa,
María
Magdalena
se
retiró
a
Éfeso
con
la
Virgen
María
y
el
apóstol
Juan,
y
murió
allí.
En
886
sus
reliquias
fueron
trasladadas
a
Constantinopla,
donde
se
conservan
en
la
actualidad.
Gregorio
de
Tours
(De
miraculis,
I,
xxx)
corrobora
la
tradición
de
que
se
retiró
a
Éfeso,
y
no
menciona
ninguna relación con Francia.
Más
adelante,
sin
embargo,
surgió
en
el
mundo
católico
una
tradición
diferente,
según
la
cual
María
Magdalena
(identificada
aquí
con
María
de
Betania),
su
hermano
Lázaro
y
Maximino,
uno
de
los
setenta
y
dos
discípulos,
así
como
algunos
compañeros,
viajaron
en
barca
por
el
Mar
Mediterráneo
huyendo
de
las
persecuciones
en
Tierra
Santa
y
desembarcaron
finalmente
en
el
lugar
llamado
Saintes
Maries
de
la
Mer,
cerca
de
Arlés.
Posteriormente,
María
Magdalena
viajó
hasta
Marsella,
desde
donde
emprendió,
supuestamente,
la
evangelización
de
Provenza,
para
después
retirarse
a
una
cueva
-La
Sainte-Baume-
en
las
cercanías
de
Marsella,
donde
habría
llevado
una
vida
de
penitencia
durante
30
años.
Según
esta
leyenda,
cuando
llegó
la
hora
de
su
muerte
fue
llevada
por
los
ángeles
a
Aix-en-Provence,
al
oratorio
de
San
Maximino,
donde
recibió
el
viático.
Su
cuerpo
fue
sepultado
en
un
oratorio
construido
por
Maximino
en
Villa Lata, conocido desde entonces como St. Maximin.
La tradición del huevo de Pascua
Existe
una
antigua
tradición
cristiana
de
pintar
huevos
de
Pascua.
Estos
huevos
simbolizan
la
nueva
vida
y
a
Cristo
emergiendo
de
la
tumba,23de
hecho,
los
cristianos
ortodoxos
acompañan
esta
tradición
con
la
consigna: «¡Cristo ha resucitado!».
Una
tradición
ortodoxa23
relata
que
tras
la
Ascensión,
María
Magdalena
fue
a
Roma
a
predicar
el
evangelio.
En
presencia
del
emperador
romano
Tiberio,
y
sosteniendo
un
huevo
de
gallina,
exclamó:
«¡Cristo
ha
resucitado!».
El
emperador
se
rio
y
le
dijo
que
eso
era
tan
probable
como
que
el
huevo
se
volviera rojo. Antes de que acabara de hablar el huevo se había vuelto rojo.
Otra
tradición
habla[cita
requerida]
de
que
el
corazón
sagrado
de
Cristo
quedaría
encerrado
en
un
recipiente con forma de huevo del que María Magdalena sería guardiana.
obre su relación con Jesús
Magdalena penitente, por Francesco Hayez.
Algunos
autores
recientes
han
puesto
en
circulación
una
hipótesis
según
la
cual
María
Magdalena
habría
sido
la
esposa,
o
la
compañera
sentimental,
de
Jesús
de
Nazaret,
además
de
la
depositaria
de
una
tradición
cristiana
de
signo
feminista
que
habría
sido
cuidadosamente
ocultada
por
la
Iglesia
católica.
Estas
ideas
fueron
desarrolladas
primero
en
algunos
libros
de
pseudohistoria,
como
El
enigma
sagrado
(«The
Holy
Blood
and
the
Holy
Grail»,
1982),
de
Michael
Baigent,
Richard
Leigh,
Henry
Lincoln;
y
La
revelación
de
los
templarios
(«The
Templar
Revelation»,
1997),
de
Lynn
Picknett
y
Clive
Princey.
En
estos
libros
se
mencionaba
además
una
hipotética
dinastía
fruto
de
la
unión
entre
Jesús
de
Nazaret
y
María
Magdalena.
Posteriormente
estas
ideas
han
sido
aprovechadas
por
varios
autores
de
ficción
como
Peter
Berling
(Los
hijos
del
Grial)
y
Dan Brown (El código Da Vinci, 2003), entre otros.
Los partidarios de esta idea se apoyan en tres argumentos:
Maria Magdalena, Giovanni Girolamo Savoldo
1.
En
varios
textos
gnósticos,
como
el
Evangelio
de
Felipe,
se
muestra
que
Jesús
tenía
con
María
Magdalena
una
relación
de
mayor
cercanía
que
con
el
resto
de
sus
discípulos,
incluidos
los
apóstoles.
En
concreto,
el
Evangelio
de
Felipe
habla
de
María
Magdalena
como
«compañera»
de
Jesús.
Sin
embargo,
su
autor
usa
el
término
copto
hotre,
que
puede
servir
tanto
para
una
unión
sexual
como
para
una
simple
acompañante.31
También
en
el
mismo
Evangelio
y
en
el
Segundo
Apocalipsis
de
Santiago
se
menciona
que
Jesús
la
besaba
en
la
boca.32
Sin
embargo,
el
ósculo
o
beso
santo
era
para
los
gnósticos el inicio de un acto donde se recibía una revelación.31
2.
En
los
evangelios
canónicos
María
Magdalena
es
(excluyendo
a
la
madre
de
Jesús)
la
mujer
que
más
veces
aparece,
y
es
presentada
además
como
seguidora
cercana
de
Jesús.
Su
presencia
en
los
momentos
cruciales
de
la
muerte
y
resurrección
de
Jesús
podría
sugerir
que
estaba
ligada
a
él
por
lazos
conyugales.
Pero
está
deducción
es
considerada
por
los estudiosos como fantasiosa.31
3.
Otro
argumento
que
esgrimen
los
defensores
de
la
teoría
del
matrimonio
entre
Jesús
y
María
Magdalena
es
que
en
la
Palestina
de
la
época
era
raro
que
un
varón
judío
de
la
edad
de
Jesús
(unos
treinta
años)
permaneciese
soltero,
especialmente
si
se
dedicaba
a
enseñar
como
rabino,
ya
que
eso
hubiese
ido
en
contra
del
mandamiento
divino
«Creced
y
multiplicaos».
No
obstante,
el
judaísmo
que
profesó
Jesús
era
muy
distinto
del
actual,
y
el
papel
del
rabino
no
estaba
todavía
bien
definido.
Solo
después
de
la
destrucción
del
Segundo
Templo,
en
70,
el
papel
del
rabino
quedó
establecido
con
claridad
en
las
comunidades
judías.
Antes
de
Jesús,
está
atestiguada
la
existencia
de
maestros
religiosos
solteros,
como
el
profeta
Jeremías
y,
ya
en
el
siglo
I
a.
C.,
se
dieron
muchísimos
casos
entre
los
esenios.31
También
Juan
el
Bautista
fue
soltero,
según
todos
los
indicios.
Más
adelante,
algunos
primeros
cristianos,
como
Pablo
de
Tarso,
serían
también predicadores célibes.
Magdalena penitente
Sin
embargo,
no
existe
ningún
pasaje
ni
en
los
evangelios
canónicos
ni
en
los
apócrifos
que
permita
afirmar
que
María
de
Magdala
fue
la
esposa
de
Jesús
de
Nazaret.
Para
la
mayoría[cita
requerida]
de
los
estudiosos
del
Jesús
histórico
es
una
posibilidad
que
ni
siquiera
merece
ser
tomada
en
serio;
entre
ellos
destaca
Bart
Ehrman
quien
concluye
que
la
evidencia
histórica
no
dice
nada,
«ciertamente
nada
que
indique
que
Jesús
y
María
(Magdalena)
tuvieron
una
relación
sexual
de
ninguna
naturaleza».33
Ehrman
señala
que
la
pregunta
que
la
gente
le
formula
con
mayor
frecuencia
es
si
María
Magdalena
y
Jesús
se
casaron.
Su
respuesta
es:
«No
es
verdad
que
los
rollos
del
Mar
Muerto
contengan
Evangelios
que
hablen
de
María
(Magdalena)
y
Jesús.
[...]
No
es
verdad
que
un
casamiento
de
María
(Magdalena)
y
Jesús
se
discuta
repetidamente
en
los
Evangelios
que
no
entraron
en
el
Nuevo
Testamento
(el
canon).
De
hecho,
no
se
discute
nunca
ni
se
menciona
siquiera
una
vez.
[...]
No
es
verdad
que
el
Evangelio
de
Felipe
llame
a
María
la
esposa
de
Jesús».33
Regino
Cortes
también
concluye
la
inexistencia
de
tal
relación
marital
como
un
error
desde
el
punto
de
vista
bíblico
y
una
irrealidad
desde un punto de vista fáctico.34 Otro biblista contemporáneo de primer orden ironizó al respecto:
A
veces
los
biblistas
que
se
dedican
a
buscar
cualquiera
de
las
obras
que
hasta
el
momento
se
dan
por
perdidas,
o
a
publicarlas,
no
se
ven
libres
del
sensacionalismo;
y,
por
supuesto,
aunque
no
colaboren
con
ella,
la
prensa
disfruta
con
el
sensacionalismo.
Si
se
me
permite
generalizar,
con
una
cierta
dosis
de
cinismo,
los
lectores
que
no
tienen
interés
en
lograr
a
través
de
los
evangelios
canónicos
un
mayor
conocimiento
de
Jesús,
parecen
embelesados
ante
cualquier
nueva
obra
que
venga
a
insinuar
que
¡Jesús
bajara
de
la
cruz,
se
casara
con
María
Magdalena,
y
se
fuera
a
la
India
a
vivir
tranquilamente!35
Raymond Edward Brown
Sobre la autoría del Cuarto Evangelio
Ramón
K.
Jusino
propuso
la
teoría
de
que
María
Magdalena
pudo
ser
el
«discípulo
a
quien
amaba
Jesús»
que
se
presenta
como
autor
del
Evangelio
de
Juan36
y
que
es
tradicionalmente
identificado
con
el
apóstol
Juan.37
Jusino
se
basó
en
el
hecho
de
que
en
varios
textos
apócrifos,
como
los
citados
más
arriba,
se
dice
que
hubo
una
relación
de
especial
cercanía
entre
Jesús
y
María
Magdalena.
Raymond
E.
Brown
hipotetizó
que
el
Evangelio
de
Juan
recogería
la
tradición
de
una
comunidad
a
la
que
él
denominó
comunidad
joánica
o
juánica.38
Según
Jusino,
esa
comunidad
podría
remontarse
al
testimonio
de
María
Magdalena
como
testigo
ocular
de
Jesús.
Esta
teoría
de
Jusino
no
cuenta
con
la
aceptación
de
la
mayor parte de los historiadores e investigadores bíblicos.
MARIA MAGDALENA