Soberana Orden Militar Española de los Caballeros Templarios
HOSPITALARIOS
Una orden hospitalaria es un tipo de orden religiosa que tenía por objeto admitir y cuidar a los viajeros, peregrinos, pobres y enfermos. También se encargaban de defender a los peregrinos en algunos cLas órdenes hospitalarias deben generalmente su origen a alguna necesidad apremiante e imprevista, a algún azote destructor que no se puede combatir con los medios ordinarios como el fuego de San Antón, la peste negra, etc y al hospedaje y protección de peregrinos a Tierra Santa, por ejemplo, lo cual las diferenciaba de las órdenes militares cristianas, que tenían un objetivo espiritual centrado en la cruzada contra los infieles y la conquista (reconquista en España) y cristianización de paganos e infieles. Las órdenes hospitalarias comprendían dos clases: las dedicadas exclusivamente a la hospitalidad (hospedaje y sanación de enfermos: curar cuerpos curando almas, con el trasfondo medieval cristiano de la dualidad enfermedad- pecado) y las que a la vez eran hospitalarias y de protección militar a peregrinos (ayuda y socorro al viajero que se desplaza por motivos religiosos por territorios agrestes o peligrosos). La más antigua de ellas fue fundada en Siena a finales del siglo IX por un piadoso habitante de dicha ciudad que abrió en ella un hospital llamado Della Scala.aminos peligroso s.
Las órdenes militares fueron instituciones religioso-militares creadas en el contexto de las Cruzadas como sociedades de caballeros cristianos (miles Christi), inicialmente para la defensa de los Santos Lugares (Templarios, Hospitalarios y del Santo Sepulcro) y luego aplicadas a la propagación o la defensa de la fe cristiana, ya fuera en Tierra Santa o en otros lugares, contra los musulmanes (como las órdenes militares españolas durante la Reconquista), contra los paganos (como la Orden Teutónica en el Báltico) o contra cristianos heréticos (como las militia Christi que combatían a los albigenses). Los caballeros de las órdenes militares estaban sometidos a los votos canónicos de las órdenes religiosas, siendo "mitad monjes, mitad soldados". Posteriormente muchas órdenes se secularizaron. Con la denominación de "militares", "ecuestres" u órdenes de caballería se multiplicaron desde finales de la Edad Media y durante el Antiguo Régimen todo tipo de instituciones vinculadas de distintas maneras a los estamentos privilegiados (nobleza y clero); identificando a sus miembros con hábitos y cruces distintivas, muy usadas en heráldica. En la Edad Contemporánea, perdidas sus funciones militares y políticas y su poder económico (desamortización), únicamente tienen un papel honorífico y representativo de determinados círculos sociales; aunque la Soberana Orden de Malta sigue teniendo consideración culsismo-estatal en las relaciones internacionales. Funciones La principal característica de las órdenes militares religiosas es la combinación de modos de vida militares y religiosos. Algunos, como los Caballeros de San Juan y los Caballeros de Santo Tomás también cuidaron de los enfermos y los pobres, como la Orden de San Lázaro de Jerusalén. No eran instituciones exclusivamente masculinas, pues las monjas también podían asociarse a un convento de la orden (comendadoras). Sin funciones militares se crearon también "órdenes desarmadas": las órdenes redentoras de cautivos (trinitarios y mercedarios). Los miembros religiosos de las órdenes militares podían estar, y de hecho a menudo estaban, subordinados a hermanos no ordenados. Prácticamente la mayoría de los miembros no eran religiosos; existiendo muy distintos grados de pertenencia, desde el de los monjes-soldados hasta el de los simples caballeros asociados y todo tipo de servidores.1​ El cargo rector de una orden militar recibía la denominación de Gran Maestre. El papel y la función de las órdenes militares a menudo han resultado oscurecidas por la fijación en sus gestas en Siria, Palestina, Prusia y Livonia. Tenían posesiones y miembros a todo lo largo de Europa Occidental. Fueron el hilo conductor de innovaciones culturales y técnicas, como la introducción del batanado en Inglaterra por los Caballeros de San Juan, o la infraestructura bancaria de los Templarios.