Soberana Orden Militar Española de los
Caballeros Templarios
Egipto
Periodo predinástico (c. 5500 a. C.-3200 a. C.)
Artículo principal: Periodo predinástico
Véanse también: Naqada I y Naqada II.
Perro amratiense de piedra. Louvre.
Los
primeros
pobladores
de
Egipto
alcanzaron
las
riberas
del
río
Nilo,
por
entonces
un
conglomerado
de marismas y foco de paludismo, en su huida de la creciente desertización del Sáhara.
Un típico Naqada II jarra decorada con gacelas. (Periodo predinástico)
Se
sabe
por
los
restos
arqueológicos
que
antiguamente
el
Sáhara
tenía
un
clima
mediterráneo,
más
húmedo
que
el
actual.
En
los
macizos
del
Ahaggar
y
el
Tibesti
había
abundante
vegetación.
Para
aquellos
pobladores,
el
Sáhara
sería
una
extensa
estepa
con
grandes
herbívoros
que
cazar.
Las
culturas saharianas son, en gran medida, desconocidas, pero no por ello inexistentes.
Las
sucesivas
fases
del
neolítico
están
representadas
por
las
culturas
de
El
Fayum,
hacia
el
5000
a.
C.,
la
cultura
tasiense,
hacia
el
4500
a.
C.
y
la
cultura
de
Merimde,
hacia
el
4000
a.
C.
Todas
ellas
conocen
la
piedra
pulimentada,
la
cerámica,
la
agricultura
y
la
ganadería.
La
base
de
la
economía
era
la
agricultura
que
se
realizaba
aprovechando
el
limo,
fertilizante
natural
que
aportaban
las
anuales
inundaciones del río Nilo.
Vasija de terracota con forma de ave (Naqada II).
Louvre.
Tras estas culturas aparecieron la badariense y la amratiense o Naqada I, entre 4000 y 3800 a. C.
Hacia
el
año
3600
a.
C.
surge
la
gerzeense
o
Naqada
II,
que
se
difunde
por
todo
Egipto,
unificándolo
culturalmente.
Esta
consonancia
cultural
llevará
a
la
unidad
política,
que
surgirá
tras
un
periodo
de
luchas y alianzas entre clanes para imponer su supremacía.
Para
lograr
mayor
eficacia
y
producción,
hacia
3500
a.
C.,
comenzaron
a
realizarse
las
primeras
obras
de
canalización
y
surge
la
escritura
con
jeroglíficos
en
Abidos.
En
esta
época
comenzaron
los
proto-estados:
Las
primeras
comunidades
hicieron
habitable
el
país
y
se
organizaron
en
regiones
llamadas
nomos.
Los
habitantes
del
Delta
tenían
una
organización
feudal
y
llegaron
a
establecer
dos
reinos
con
dos
jefes
o
monarcas
respectivamente.
Un
reino
estaba
asentado
en
un
lugar
pantanoso,
que
se
llamaba
reino
del
Junco
y
tenía
como
símbolo
un
tallo
de
junco.
Su
capital
era
Buto;
tenían
a
una
cobra
como
tótem.
El
otro
reino
tenía
como
capital
a
Busiris
y
como
tótem
un
buitre
pero
su
símbolo
era
una
abeja
y
llegó
a
conocerse
como
reino
de
la
Abeja.
Ambos
reinos
estaban
separados
por
un
brazo
del
río
Nilo.
El
reino
de
la
Abeja
conquistó
al
reino
del
Junco
de
manera
que
el
Delta
quedó
unificado.
Pero
algunos
de
los
vencidos
huyeron
a
establecerse
en
la
zona
del
Alto
Egipto
donde
fundaron
ciudades
dándoles
el
mismo
nombre
que
aquellas
que
habían
dejado
en
el
Delta.
Por
eso
muchas
ciudades
de
esta
época
tienen
nombres
semejantes
en
el
Alto
y
Bajo
Egipto.
Esta
gente
fue
prosperando
considerablemente hasta llegar a organizarse en un Estado.
Periodo protodinástico (c. 3200-3000 a. C.)
Artículo principal: Periodo protodinástico
Véase también: Naqada III
Paleta ceremonial de época protodinástica. Louvre.
Considerado
la
fase
final
del
periodo
predinástico,
también
conocido
como
dinastía
0,
predinástico
tardío,
o
periodo
Naqada
III.
Está
regido
por
gobernantes
del
Alto
Egipto
que
residirán
en
Tinis,
se
hacen
representar
con
un
serej
y
adoran
a
Horus.
El
nombre
de
estos
reyes
figura
en
la
Piedra
de
Palermo,
grabada
700
años
después.
En
este
periodo
surgen
las
primeras
auténticas
ciudades,
tales
como
Tinis,
Nubet,
Nejeb,
Nejen,
etc.
Son
típicos
de
esta
época
los
magníficos
vasos
tallados
en
piedra,
cuchillos
y
paletas
ceremoniales,
o
las
cabezas
de
mazas
votivas.
Narmer
pudo
ser
el
último
rey de esta época, y el fundador de la dinastía I.
Periodo Arcaico (c. 3100-2686 a. C.)
Artículo principal: Periodo Arcaico
Cuchillo ceremonial de época arcaica. Royal Ontario Museum.
A
finales
del
periodo
predinástico,
Egipto
se
encontraba
dividido
en
pequeños
reinos;
los
principales
eran:
el
de
Hieracómpolis
(Nejen)
en
el
Alto
Egipto
y
el
de
Buto
(Pe)
en
el
Bajo
Egipto.
El
proceso
de
unificación fue llevado a cabo por los reyes de Hieracómpolis.
La
tradición
egipcia
atribuyó
la
unificación
a
Menes,
quedando
esto
reflejado
en
las
Listas
Reales.
Este
personaje
es,
según
Alan
Gardiner,
el
rey
Narmer,
el
primer
faraón
del
cual
se
tiene
constancia
que
reinó
sobre
todo
Egipto,
tras
una
serie
de
luchas,
tal
como
quedó
atestiguado
en
la
paleta
de
Narmer. Este periodo lo conforman las dinastías I y II.
Egipto durante los imperios antiguo y nuevo.
Imperio Antiguo (c. 2686-2181 a. C.)
Artículo principal: Imperio Antiguo
Estatua de Kefrén.
Las Pirámides de Giza.
Bajo
la
dinastía
III
la
capital
se
estableció
definitivamente
en
Menfis,
de
donde
procede
la
denominación
del
país,
ya
que
el
nombre
del
principal
templo,
Hat
Ka
Ptah
"casa
del
espíritu
de
Ptah",
que
pasó
al
griego
como
Aegyptos,
con
el
tiempo
designó
primero
al
barrio
en
el
que
se
encontraba,
luego a toda la ciudad y más tarde al reino.
En
la
época
de
la
tercera
dinastía
comenzó
la
costumbre
de
erigir
grandes
pirámides
y
monumentales
conjuntos
en
piedra,
gracias
al
faraón
Dyeser.
También
las
grandes
pirámides
de
Guiza,
atribuidas
a
los faraones Keops, Kefrén y Micerino se datan en este periodo.
La
dinastía
V
marca
el
ascenso
del
alto
clero
y
los
influyentes
gobernadores
locales
(nomarcas),
y
durante
el
largo
reinando
de
Pepy
II
se
acentuará
una
época
de
fuerte
descentralización,
denominada
primer periodo intermedio de Egipto. El Imperio Antiguo comprende las dinastías III a VI.
Primer Periodo Intermedio (c. 2190-2050 a. C.)
Artículo principal: Primer periodo intermedio
Fue
una
época
donde
el
poder
estaba
descentralizado
y
transcurre
entre
el
Imperio
Antiguo
y
el
Imperio
Medio.
Comprende
desde
la
Dinastía
VII
hasta
mediados
de
la
Dinastía
XI,
cuando
Mentuhotep
II
reunificó
el
país
bajo
su
mando.
A
pesar
de
la
decadencia,
esta
época
destacó
por
un
gran
florecimiento
literario,
con
textos
doctrinales
o
didácticos,
que
muestran
el
gran
cambio
social.
El
importante
cambio
de
mentalidad,
así
como
del
crecimiento
de
las
clases
medias
en
las
ciudades
originó
una
nueva
concepción
de
las
creencias,
reflejándose
en
la
aparición
de
los
denominados
Textos
de
los
Sarcófagos.
Osiris
se
convirtió
en
la
divinidad
más
popular,
con
Montu
y
Amón.
Los
nomos
de
Heracleópolis
y
Tebas
se
constituyeron
como
hegemónicos,
imponiéndose
finalmente
este
último. Son las dinastías VII a XI.
Mentuhotep II. MMNY.
Reino Medio (c. 2050-1750 a. C.)
Artículo principal: Imperio Medio
Amenemhat III, el último monarca grande del Imperio Medio.
Se
considera
que
se
inicia
con
la
reunificación
de
Egipto
bajo
Mentuhotep
II.
Es
un
periodo
de
gran
prosperidad
económica
y
expansión
exterior,
con
faraones
pragmáticos
y
emprendedores.
Este
periodo lo conforma el final de la dinastía XI y la XII.
Se
realizaron
ambiciosos
proyectos
de
irrigación
en
El
Fayum,
para
regular
las
grandes
inundaciones
del
Nilo
(Provocadas
por
las
grandes
masas
de
agua
del
mar
Mediterráneo
evaporadas
en
los
desiertos
cercanos
al
imperio),
desviándolo
hacia
el
lago
Moeris
(El
Fayum).
También
se
potenciaron
las
relaciones
comerciales
con
las
regiones
circundantes:
africanas,
asiáticas
y
mediterráneas.
Las
representaciones
artísticas
se
humanizaron,
y
se
impuso
el
culto
al
dios
Amón.
A
mediados
de
1800
a.
C.,
los
dirigentes
hicsos
vencieron
a
los
faraones
egipcios;
lo
que
comenzó
como
una
migración
paulatina
de
libios
y
cananeos
hacia
el
delta
del
Nilo,
se
transformó
con
el
tiempo
en
conquista
militar
de
casi
todo
el
territorio
egipcio,
originando
la
caída
del
Imperio
Medio.
Los
hicsos
vencieron
porque
poseían mejores armas, y supieron utilizar el factor sorpresa.
Segundo Periodo Intermedio (c. 1800-1550 a. C.)
Artículo principal: Segundo periodo intermedio
Durante
gran
parte
de
este
periodo
dominaron
Egipto
los
gobernantes
hicsos,
jefes
de
pueblos
nómadas
de
la
periferia,
especialmente
libios
y
asiáticos,
que
se
establecieron
en
el
delta,
y
tuvieron
como
capital
la
ciudad
de
Avaris.
Finalmente,
los
dirigentes
egipcios
de
Tebas
declararon
la
independencia,
siendo
denominados
la
dinastía
XVII.
Proclamaron
la
"salvación
de
Egipto"
y
dirigieron
una "guerra de liberación" contra los hicsos. Fueron las dinastías XIII a XVII, parcialmente coetáneas.
Ramsés II. Imperio Nuevo. Luxor.
Imperio Nuevo (c. 1550-1070 a. C.)
Artículo principal: Imperio Nuevo
Es
un
periodo
de
gran
expansión
exterior,
tanto
en
Asia
—donde
llegan
al
Éufrates—
como
en
Kush
(Nubia).
La
dinastía
XVIII
comenzó
con
una
serie
de
faraones
guerreros,
desde
Amosis
I
hasta
Tutmosis
III
y
Tutmosis
IV.
Bajo
Amenofis
III
se
detuvo
la
expansión
y
se
inició
un
período
de
paz
interna y externa.
Después
de
un
período
de
debilidad
monárquica,
llegaron
al
poder
las
castas
militares,
la
dinastía
XIX
o
Ramésida
que,
fundamentalmente
bajo
Seti
I
y
Ramsés
II,
se
mostró
enérgica
contra
los
expansionistas reyes hititas.
Durante
los
reinados
de
Merenptah,
sucesor
de
Ramsés
II,
y
Ramsés
III,
de
la
dinastía
XX,
Egipto
tuvo
que
enfrentarse
a
las
invasiones
de
los
Pueblos
del
Mar,
originarios
de
diversas
áreas
del
Mediterráneo oriental (Egeo, Anatolia), y de los libios.
Dyeser-Dyeseru
(el
sublime
de
los
sublimes)
de
Hatshepsut
es
el
edificio
principal
del
complejo
de
templos funerarios en Deir el-Bahari.
Los
faraones
del
Imperio
Nuevo
iniciaron
una
campaña
de
construcción
a
gran
escala
para
promover
al
dios
Amón,
cuyo
creciente
culto
se
asentaba
en
Karnak.
También
construyeron
monumentos
para
glorificar
a
sus
propios
logros,
tanto
reales
como
imaginarios.
Hatshepsut
utilizará
tal
hipérbole
durante
su
reinado
de
casi
veintidós
años
que
fue
muy
exitoso,
marcado
por
un
largo
período
de
paz
y
prosperidad,
con
expediciones
comerciales
a
Punt,
la
restauración
de
las
redes
de
comercio
exterior,
grandes
proyectos
de
construcción,
incluyendo
un
elegante
templo
funerario
que
rivaliza
con
la arquitectura griega de mil años más tarde, obeliscos colosales y una capilla en Karnak.
A
pesar
de
sus
logros,
el
heredero
de
Hatshepsut,
su
hijastro
Tutmosis
III,
trató
de
borrar
toda
huella
de
su
legado
hacia
el
final
del
reinado,
apropiándose
de
muchos
de
sus
logros.
Él
también
intentó
cambiar
muchas
tradiciones
establecidas
que
se
habían
desarrollado
a
lo
largo
de
siglos.
Posiblemente
fue
un
intento
inútil
de
evitar
que
otras
mujeres
se
convirtiesen
en
faraón
y
frenar
así
su
influencia en el reino.
Alrededor
de
1350
a.
C.,
la
estabilidad
del
Imperio
parecía
amenazada,
aún
más
cuando
Amenhotep
IV
ascendió
al
trono
e
instituyó
una
serie
de
reformas
radicales,
que
tuvieron
un
resultado
caótico.
Cambiando
su
nombre
por
el
de
Ajenatón,
promovió
como
deidad
suprema
la
hasta
entonces
oscura
deidad
solar
Atón,
iniciando
una
reforma
religiosa
tendente
al
monoteísmo.
En
parte,
el
monoteísmo
de
Ajenatón
fue
un
producto
del
absolutismo
real;
los
viejos
dioses
habían
desaparecido,
pero
el
rey
mantenía
—para
su
propio
beneficio
político—
su
papel
tradicional
como
mediador
entre
los
hombres
y
los
deseos
del
nuevo
dios.
El
faraón
suprimió
el
culto
a
la
mayoría
de
las
demás
deidades
y,
sobre
todo,
trató
de
anular
el
poder
de
los
influyentes
sacerdotes
de
Amón
en
Tebas,
a
quienes
veía
como
corruptos.
Al
trasladar
la
capital
a
la
nueva
ciudad
de
Ajet-Atón
(actual
Amarna),
Ajenatón
hizo
oídos
sordos
a
los
acontecimientos
del
Cercano
Oriente
(donde
los
hititas,
Mitanni
y
los
asirios
se
disputaban
el
control)
y
se
concentró
únicamente
en
la
nueva
religión.
La
nueva
filosofía
religiosa
conllevó
un
nuevo
estilo
artístico,
que
resaltaba
la
humanidad
del
rey
por
encima
de
la
monumentalidad.
Después
de
su
muerte,
el
culto
de
Atón
fue
abandonado
rápidamente,
los
sacerdotes
de
Amón
recuperaron
el
poder
y
devolvieron
la
capital
a
Tebas.
Bajo
su
influencia
los
faraones
posteriores
—Tutankamon,
Ay
y
Horemheb—
intentaron
borrar
toda
mención
de
Akenatón
y
su
«herejía»,
ahora
conocida como el Período de Amarna.
Cuatro estatuas colosales de Ramsés II flanquean la entrada de su templo de Abu Simbel.
Alrededor
de
1279
a.
C.
ascendió
al
trono
Ramsés
II,
también
conocido
como
el
Grande.
El
suyo
sería
uno
de
los
reinados
más
largos
de
la
historia
egipcia.
Mandó
construir
más
templos,
más
estatuas
y
obeliscos,
y
engendrar
más
hijos
que
cualquier
otro
faraón.
Audaz
líder
militar,
Ramsés
II
condujo
su
ejército
contra
los
hititas
en
la
batalla
de
Kadesh
(en
la
actual
Siria);
después
de
llegar
a
un
punto
muerto,
finalmente
aceptó
un
tratado
de
paz
con
el
reino
hitita.
Es
el
tratado
de
paz
más
antiguo
registrado,
en
torno
a
1258
antes
de
Cristo.
Egipto
se
retiró
de
la
mayor
parte
de
sus
posesiones
asiáticas
dejando
a
los
hititas
competir,
sin
éxito,
con
el
creciente
poder
emergente
de
Asiria
y
los
recién llegados frigios.
La
riqueza
de
Egipto,
sin
embargo,
se
había
convertido
en
un
objetivo
tentador
para
la
invasión;
en
particular,
para
los
libios
beduinos
del
oeste
y
los
Pueblos
del
Mar,
que
formaban
parte
de
la
poderosa
confederación
de
piratas
griegos
del
mar
Egeo.
Inicialmente,
el
ejército
fue
capaz
de
repeler
las
invasiones,
pero
Egipto
terminó
por
perder
el
control
de
sus
territorios
en
el
sur
de
Siria
y
Palestina,
que
en
gran
parte
cayeron
en
poder
de
los
asirios
e
hititas.
El
impacto
de
las
amenazas
externas
se
vio
agravado
por
problemas
internos
como
la
corrupción,
el
robo
de
las
tumbas
reales
y
los
disturbios
populares.
Después
de
recuperar
su
poder,
los
sumos
sacerdotes
del
templo
de
Amón
en
Tebas
habían
acumulado
vastas
extensiones
de
tierra
y
mucha
riqueza,
debilitando
al
Estado.
El
país
terminó dividido, dando inicio al Tercer Periodo Intermedio.
Tercer Periodo Intermedio (c. 1070-656 a. C.)
Artículo principal: Tercer periodo intermedio
Comienza
con
la
instauración
de
dos
dinastías
de
origen
libio
que
se
repartieron
Egipto:
una,
desde
Tanis,
la
bíblica
Zoán,
en
el
Bajo
Egipto,
y
otra,
cuyos
reyes
tomaron
el
título
de
Sumos
sacerdotes
de
Amón,
desde
Tebas.
El
periodo
termina
con
la
dominación
de
los
reyes
Cushitas.
Son
las
dinastías,
parcialmente coetáneas, XXI a XXV.
Apries. Periodo Tardío.
Periodo Tardío o Baja Época (c. 656-332 a. C.)
Artículo principal: Periodo Tardío
Comienza
con
la
dinastía
Saíta,
sigue
una
dinastía
nubia,
un
intento
de
invasión
asirio
y
con
dos
periodos
de
dominación
persa,
así
como
con
varias
dinastías
coetáneas
de
gobernantes
egipcios
independientes. Egipto se convirtió finalmente en una satrapía. Son las dinastías XXVI a XXXI.
Periodo Helenístico (332-30 a. C.)
Artículo principal: Periodo Helenístico de Egipto
Véanse también: Alejandro Magno, Alejandría y Periodo helenístico.
Alejandro Magno.
Se
inicia
con
la
conquista
de
Egipto
por
Alejandro
Magno
de
Macedonia
en
332
a.
C.,
y
la
llegada
al
poder
en
305
a.
C.
de
la
dinastía
ptolemaica,
de
origen
macedonio.
Finaliza
con
la
incorporación
de
Egipto
al
Imperio
romano
tras
la
batalla
de
Actium,
en
el
año
31
a.
C.
En
el
año
30
a.
C.
muere
Cleopatra y Egipto se convierte en una provincia del Imperio romano.
Periodo Romano (30 a. C.-640 d. C.)
Artículo principal: Periodo Romano de Egipto
El
30
de
julio
del
año
30
a.
C.,
Octavio
entró
en
Alejandría,
liquidando
definitivamente
la
independencia política de Egipto y convirtiéndolo en provincia romana.
Pasó
a
sus
sucesores
el
Imperio
bizantino
después
que
el
Imperio
romano
fuera
repartido
el
año
395
en
Occidente
y
Oriente,
y
permaneció
en
sus
manos
hasta
la
conquista
por
el
pueblo
árabe
del
año
640.
Los
últimos
vestigios
de
la
tradicional
cultura
del
Antiguo
Egipto
finalizan
definitivamente
a
comienzos
del
siglo
VI,
con
los
últimos
sacerdotes
de
Isis,
que
oficiaban
el
templo
de
la
isla
de
File,
al
proscribirse el culto a los "dioses paganos".