Soberana Orden Militar Española de los Caballeros Templarios
Hechos y Descubrimientos Templarios en el siglo XXI
Soberana Orden Militar Española de los Caballeros Templarios somectinternacional.es somectinternacional.org     Historia   Capitulo : 1  El Cister y la Fundacion del Temple           Primeros pasos del Císter en Bourgogne y Champagne   La Orden del Císter y la Orden del Temple, dos órdenes religiosas tan distintas, por no decir tan opuestas, en sus actividades exteriores, la primera buscando la santificación de sus miembros a través de la oración, del trabajo y del apartamiento del mundo, la segunda buscando también la santificación de sus hijos a través de la oración, pero por medio de la actividad militar y guerrera contra los infieles en defensa y protección de los peregrinos primero y del reino de Jerusalén más adelante, van a nacer y tener su primer desarrollo y expansión casi simultáneamente y dentro del mismo clima de exaltación religiosa que puso en marcha la Primera Cruzada El 27 de noviembre de 1095 el papa Urbano II hacia un llamamiento en Clermont a los caballeros de Occidente a tomar las armas en socorro de su hermanos, los cristianos de Oriente y en defensa de los peregrinos oprimidos y masacrados por los turcos y ponerse en marcha hacia Jerusalén. El 15 de agosto de 1096 se ponía en marcha el ejercito de los cruzados, que en el otoño e invierno de ese mismo año se concentraba en Constantinopla, cruzaba el estrecho de los Dardanelos en la primavera del 1097 y por fin el 14 de mayo de 1097 iniciaban el cerco de la ciudad de Nicea, ya en Asia Menor. Más de dos años de duros combates se necesitarán para alcanzar las murallas de Jerusalén, que finalmente, tras más de un mes asedio, será tomada al asalto el 15 de julio 1099; cinco días antes había muerto en Valencia el héroe castellano Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador.   Por los mismos días, el 21 de marzo de 1098, un monje, gentilhombre de Borgoña, abad de San Miguel de Tonnerre primero y luego fundador y abad del monasterio de Molesme, se traslada con un grupo de sus monjes a un lugar salvaje e inaccesible llamado Citeaux, Císter en castellano, sito a unos 22 kilómetros al sur de Dijon, la capital de Borgoña en busca de mayor pobreza y más estricta observancia de la regla de San Benito. Obligado Roberto por el arzobispo de Lyon y legado pontificio a retomar su oficio de abad de Molesme, los monjes del Císter eligieron como nuevo abad a Alberico que el 19 de octubre del año 1100 obtenía una bula del papa Pascual II que colocaba bajo la protección apostólica a la nueva abadía y aprobaba su carácter de exento de cualquier otra dependencia. Alberico, segundo abad del Císter, rigió el nuevo monasterio hasta su muerte el 26 de enero de 1108; durante esos ocho años de su abaciazgo se instituyó y se llevó a la práctica un nuevo género de vida más acorde con la letra y el espíritu de la regla de San Benito. Ala muerte de Alberico fue elegido tercer abad del Císter el inglés Esteban Harding, que había tenido parte importante en la misma fundación del Císter, que mantuvo fielmente el espíritu y los ideales de sus predecesores y de los primeros monjes fundadores y que redactó, con la aprobación de sus hermanos la Carta Caritatis, que completaba los estatutos primitivos de Alberico y venía a regular las relaciones mutuas de las abadías madres con las abadías filiales que de ellas iban a nacer y de todas entre sí unidas por el vínculo de la caridad fraterna. El año 1112, a los catorce años de su fundación llamaba a sus puertas un joven borgoñón de 22 años acompañado de una treintena de compañeros; se trataba del futuro San Bernardo de Claraval. La infancia o etapa fundacional del Císter había acabado; se habría ante la nueva Orden una nueva época de crecimiento y expansión prodigiosa, iniciada con la fundación de cuatro nuevas abadías en tan sólo los tres años siguientes: La Ferté (Saône-et-Loire) en 1113, Pontigny (Yonne) en 1114 y Claraval (Aube), a donde pasará Bernardo como primer abad, y Morimond (Haute-Marne) en 1115, las cuatro en Bourgogne y Champagne. A la muerte de Esteban Harding el año 1136 eran ya setenta y cinco las abadías nacidas del frondoso árbol del Císter . Diecisiete años más tarde en 1153, los monasterios cistercienses en Occidente eran ya unos 350, de los cuales 160 procedían de Claraval y sus filiales .       ____________________________________________________________                  --------------------------------------------------------------------------------
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